Conciencia ambiental
¿Sabe el daño que causan
sus bolsas de plástico al planeta?
Con la intención de
comenzar a erradicar la vieja costumbre de muchos colombianos de pedir una
bolsa de plástico hasta cuando compran una chocolatina, esta semana el país
inició la primera gran cruzada nacional para crear conciencia sobre el uso
inadecuado de este material, que hoy tiene en jaque al planeta por los altos
niveles de contaminación que causa.
El problema es tan
crítico, que basta con decir que en menos de 30 años el océano tendría más
plástico que peces, y que actualmente el 60 por ciento de todas las especies
marinas tienen en su intestino rastros de ese material.
La resolución, conocida
esta semana, busca empezar a controlar el uso de bolsas plásticas en el país y
es apenas un primer paso en la regulación de este material. Con la norma,
Colombia comienza a ponerse a tono con leyes de otros estados que desde los
años 90 vienen creciendo para darle control al consumo desmedido de este
derivado del petróleo.
La resolución del
Ministerio de Ambiente, que se conocerá oficialmente el 29 de abril, dicta
cuatro cambios fundamentales para las bolsas que se usan en las grandes
superficies y tiendas de cadena: circularán solo aquellas con medidas
superiores a 30 x 30 centímetros, que cuenten con calibre suficiente para
soportar la carga definida e incluyan un mensaje educativo orientado al uso
racional. Además se verán obligadas a presentares a los consumidores una
alternativa en otros materiales.
Esto, en otras palabras,
significa que las bolsas muy delgadas y pequeñas ya no serán ofrecidas en los
grandes almacenes y que las de tela o fibra deberán estar al alcance de los
ciudadanos. Sin embargo, la medida no regirá para las tiendas de barrio y otros
locales menores, como farmacias.
Aunque el país no cuenta
con cifras actualizadas del consumo de bolsas y la presión que imponen a los
rellenos sanitarios y a los ecosistemas, una investigación del Fondo Mundial
para la Naturaleza (WWF, por su sigla en inglés) concluye que un colombiano
gasta por lo menos seis bolsas plásticas a la semana; es decir, 24 al mes y 288
al año. Así las cosas, si una persona vive hasta los 77 años gastaría 22.176
bolsas.
Además, el reporte calcula
que si una de cada cinco personas en el país llevara a la tienda o panadería
una bolsa de tela o lona, o un carrito de compras, se ahorrarían anualmente más
de 177.000 millones de bolsas.
En el caso de los
supermercados, nada más en Bogotá, según datos de la Secretaría Distrital de
Ambiente, se reportan anualmente 491 millones de bolsas en doce cadenas de
grandes superficies.
Estos datos se vuelven
significativos si se tiene en cuenta que la directriz de la Unión Europea para
sus países miembros es que en menos de nueve años un europeo gaste solo 40
bolsas de plástico al año. Para ese entonces, si el consumo en el país no ha
disminuido, un colombiano gastaría siete veces más.
Las normas en el mundo
No es la primera vez que
en el país se regula el tema del plástico. Desde el 2002 en la isla de San
Andrés se prohibió el ingreso de los no biodegradables, y en Bogotá, en el
2011, se estableció la primera normativa distrital para regular la entrega de
bolsas en grandes superficies.
También desde el sector
privado grandes superficies, como Almacenes Éxito, Cencosud, Tiendas La 14,
Falabella y Homecenter han desarrollado estrategias que van desde la
utilización de bolsas plásticas biodegradables hasta la promoción de la
reducción de su uso, con capacitación de los cajeros y clientes.
Sin embargo, en términos
de política pública, esta resolución es la primera de carácter nacional.
Gabriel Vallejo, ministro de Ambiente, reconoce que Colombia estaba en mora
respecto a otros países que sí han venido regulando el uso.
De hecho, de acuerdo con
el rastreo que hace la ONG ambiental, Earth Policy Institute, la mayoría de
países de Europa, África y Oceanía tienen algún tipo de norma al respecto. Una
de las primeras iniciativas fue la de la isla francesa de Córcega, que prohibió
usarlas hacia 1999, y la medida que hoy aplica el país se asemeja a
regulaciones que en el 2003 decretó Sudáfrica, un país tan afectado con esta
contaminación que las bolsas plásticas son tan comunes que las llaman
irónicamente la “flor nacional”.
En ese país las sanciones
de incumplimiento llegan a los 10 años prisión o multas de hasta 13.800 dólares
para las tiendas, de acuerdo con un seguimiento hecho por la WWF y el
Ministerio de Ambiente, que sirvió para elaborar la norma colombiana. En el
caso del país africano la medida tuvo una efectividad del 44 por ciento después
de un año.
En Taiwán se aplicó
también una sanción monetaria y en países como Irlanda, donde la norma llegó a
reducir en un 90 por ciento el consumo, los clientes de las tiendas deben pagar
un impuesto por cada bolsa plástica que retiran del establecimiento.
Otros países como Singapur
y Uruguay le han apostado a fuertes campañas educativas para fomentar la
reutilización, que van de la mano de beneficios para los clientes, como
descuentos y tarjetas de puntos.
Las estrictas medidas que
han tomado algunos países no son una cuestión menor: la contaminación por el
plástico es una de las grandes preocupaciones mundiales. Tanto así que
científicos de la Universidad de Leicester, en el Reino Unido, ya afirman que
el planeta vive su edad de plástico. “Si todo el plástico fabricado en las
últimas décadas fuera vinipel transparente, habría suficiente como para
producir una capa que recubra todo el planeta”, señalaron en una reciente
investigación.
Cada año se consumen en el
mundo entre 500.000 millones y un billón de bolsas de plástico. Si a eso se le
suma el resto de objetos que se hacen con ese material, la humanidad en
promedio gasta, cada tres años, casi 1.000 millones de toneladas.
Al ser un elemento tan
ligero, que en un 90 por ciento de los casos no se recicla y que llega
fácilmente a las copas de los árboles, los ríos y luego a los océanos, datos
del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Unep) estiman que en
solo nueve años el mar contenga una tonelada de plástico por cada tres
toneladas de peces. Si las personas no cambian sus hábitos, para el 2050 la
conclusión es que el océano contendrá más plástico que peces.
La degradación ambiental
ha llegado a tal punto que estudios de la Agencia Científica Nacional de
Australia y la universidad Imperial College de Londres concluyen que el 60 por
ciento de todas las especies tienen este material en su intestino.
Además, desde hace varios
años se habla del séptimo continente, que es una isla de toneladas de plástico
que se concentra en medio del Pacífico, a unos 1.000 kilómetros de Hawái, lo
que indica que hay alertas de sobra para regular.
Extraido de El tiempo.com
http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/ciencia/colombia-reduccion-del-consumo-de-bolsas-plasticas/16565569
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